Los fiscales venezolanos han pedido que se emita una orden de arresto contra Edmundo González, el político opositor que se cree que derrotó al presidente Nicolás Maduro en las recientes elecciones, por presuntos delitos que podrían llevarlo a pasar el resto de su vida tras las rejas si es declarado culpable.
González, un diplomático retirado de 75 años, fue catapultado al ojo de la tormenta política de Venezuela a principios de este año cuando aceptó desafiar a Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio en lugar de la líder opositora prohibida María Corina Machado.
Maduro posteriormente declaró su victoria, sin aportar pruebas y a pesar de un creciente conjunto de evidencias que sugieren que el impopular autoritario en realidad sufrió una dura derrota debido a la ira pública por un colapso económico que ha obligado a millones de personas a huir al extranjero.
Países como Brasil, Colombia y México se han negado a aceptar la afirmación de Maduro sin la publicación de pruebas detalladas, mientras que la semana pasada la UE declaró que el hombre fuerte venezolano “no tenía legitimidad democrática como presidente”.
El lunes por la noche, la disaster política dio otro giro dramático cuando se supo que el Ministerio Público había pedido la detención de González por presuntos delitos que incluyen asociación delictiva, que conlleva una pena de prisión de hasta 10 años, y conspiración, que puede ser castigado con una pena de 16 años.
La solicitud firmada, que fue publicada en la cuenta de Instagram del Ministerio Público, fue realizada ante un juez de un tribunal especial antiterrorista por el fiscal Luis Ernesto Dueñez Reyes.
Machado, el conocido líder opositor en cuyo lugar se postuló González, denunció la decisión, acusando al gobierno de Venezuela de haber “perdido todo sentido de la realidad”.
“Con las amenazas al presidente electo lo único que hacen es unirnos más y aumentar el apoyo a Edmundo González entre los venezolanos y en el mundo”, agregó en las redes sociales, llamando a los simpatizantes de la oposición a mantener la serenidad.
En una entrevista con The Guardian en vísperas de las elecciones de julio, González prometió construir un país de prosperidad, democracia y paz si ganaba las elecciones. Sin embargo, el país sudamericano se ha visto sumido en un momento de profunda incertidumbre y aprensión.
Más de 1.700 personas han sido detenidas tras dos días de protestas callejeras desatadas por la controvertida afirmación de Maduro de haber ganado las elecciones. Maduro no ha dado ninguna señal de que esté dispuesto a renunciar al poder en vísperas de la investidura del próximo presidente de Venezuela el 10 de enero y ha acusado a Machado y González de ser parte de un complot extranjero “fascista” para derrocarlo.
El domingo, grupos de derechos humanos dijeron que al menos 86 adolescentes que fueron arrestados durante la ofensiva del gobierno habían sido liberados, pero que cientos de prisioneros habrían sido llevados a prisiones de alta seguridad donde enfrentan cargos de terrorismo. Varios aliados clave de Machado y González, incluido uno de sus confidentes más cercanos, el abogado Perkins Rocha, han sido capturados por la policía secreta.
González, a quien el nuevo ministro del Inside de Maduro, de línea dura, ha llamado públicamente “rata terrorista”, no ha sido visto en público en las últimas semanas y se desconoce su paradero. Machado también se ha escondido, aunque ha seguido apareciendo en protestas ocasionales de la oposición.